jueves, 7 de agosto de 2014

Las sospechas que mataron al general

En “Trono de sangre” una adaptación del Macbeth, de William Shakespeare que Kurosawa llevó a la gran pantalla en 1957, se plasma con gran dureza el origen, desenlace y consecuencias de una sospecha. Un hecho sin fundamento pero que puede ocasionar un gran daño humano, en el caso de la película el enfrentamiento de tropas de un mismo ejército. Muestra esta película como dos generales -de un mismo ejército en el Japón feudal- amigos y aliados en mil combates, después de una batalla victoriosa se adentra cabalgando en un bosque, y en medio de la noche y del bosque se encuentran con una cabaña habitada por una solitaria anciana. Esta los recibe con una profecía que modificará su futuro y su entrañable amistad. Les dice que uno de ellos llegará a ser dueño de un castillo, profecía que implicaría un potencial enfrentamiento entre ambos generales. Desde ese momento empiezan a surgir las sospechas, intrigas y demás elucubraciones que desestabilizan la alianza inquebrantable y la amistad entre ambos generales. Sobre todo, en uno de ellos, el supuesto afortunado. Éste, al pensar que su aliado puede interponerse en el cumplimiento de ese vaticinio, instigado por su mujer empieza a cuestionarse la lealtad y amistad con su compañero de batalla. A partir de ese momento no sólo cambian las relaciones con su aliado, también su objetivo principal como general. Su papel como militar ya no era seguir siendo leal a su ejército y defender el territorio correspondiente, ahora era asegurarse que la predicción se cumpliera, costase lo que costase.

Al final el oráculo no acertó de pleno en sus conjeturas. El general designado en la predicción perturbado por las intrigas y el temor sin fundamentos hacia un posible ataque del militar aliado, opta por entrar en combate contra él. Pero se trunca la profecía y lo que era gloria se trasformó en desdicha. El celoso y perturbado general fue derrotado por las tropas del que fuera hasta ese momento su fiel aliado.

En esta secuencia final de la película Kurosawa “castiga” de forma exaltante las sospechas e intrigas que en esta película se personaliza en el general derrotado. Una lluvia de flechas que se van clavando en el retorcido cuerpo de ese malogrado general termina con su vida. Con su muerte acabó también una batalla sangrienta que enfrentó a soldados de un mismo ejército y costó miles de vidas. Se extirpó el odio que se estaba gestando entre las tropas, causa de una elucubración, de una conjetura sin fundamento que erosionó la mente de un valeroso y leal guerrero.

Este relato viene a cuento del clima de intriga y sospechas que está haciendo nido en el seno de Podemos Gran Canaria. Elucubraciones y sospechas sin fundamento que están erosionando el clima de entendimiento que debe prevalecer en esta organización. Un aspecto imprescindible para avanzar conjuntamente, para sacar a delante cada una de las tareas colectivas que tenemos que realizar. Para que la participación democrática, colectiva y operativa se haga un hecho y no sólo un enunciado.

Unas sospechas que llaman a la guerra fratricida para derrotar a un supuesto grupo de poder. Un llamamiento enaltecido a favor del enfrentamiento entre compañeros de viaje. Un exceso de desconfianza que cuestiona de forma permanente y generalizada propuestas que se exponen desde espacios de participación representativos y plurales (grupos de trabajo, círculos o coordinadora insular) para ser debatidas y acordadas en asambleas. Una actitud que no facilita las condiciones para la participación democrática amplia, y por supuesto, tampoco favorece el funcionamiento de toda la organización. Con esta actitud se hace imposible el entendimiento, el consenso, el alcanzar acuerdos, pasos de un procedimiento imprescindibles para ir definiendo y concretando las formas de participación y coordinación. Por el contario, las intrigas infundadas, las acusaciones, el interpretar destacadas aportaciones de compañeros que están derrochando de forma generosa energías y recursos para sacar este proyecto adelante, como parte de un plan para el control de Podemos, es algo que responde a un exceso de celo, más que una crítica relacionada con supuestos protagonismos.

Lo peor de todo es que se trate como enemigos a propios compañeros de viaje. Un asunto que no estimula la participación. Tampoco debe estimular el seguimiento de personas sensatas al llamamiento lanzado a la declaración de guerra entre afiliados. Y así está sucediendo. Por el contrario estas actitudes intrigantes y beligerantes frenan y debilitan la participación, el entusiasmo, y de forma general el proceso de construcción de Podemos.

El único llamamiento que procede es a la cordura y sensatez, aspectos que se están manifestando de forma mayoritaria en las asambleas de Podemos Gran Canaria, máxima representación de Podemos en esta isla. Y también al comportamiento respetuoso y de amistad entre todos. Y de lealtad hacia los principios que fundamentan el proyecto Podemos.

Pancho Sánchez, Círculo Podemos Las Palmas

Las Palmas de Gran Canaria, 6 de agosto de 2014