LAS ENCUESTAS Y
PODEMOS
Hay encuestas que le dan a
PODEMOS más de treinta escaños en unas y más de cincuenta en otras, si se
convocasen generales. Pero estas encuestas hay que cogerlas con mucho cuidado y
mirarlas bien. Fueron realizadas antes de la abdicación borbónica. Lo que quiere
decir que el ruido mediático de la proclamación de Felipe VI con las llamadas a
una nueva transición por parte del entramado político-financiero, no había
empezado todavía. Y todos sabemos lo que pueden hacer los medios afines al
régimen, reclamando unidad, acusando de cuasi terroristas, hablando de salvar
la democracia, etc… Lo vivimos en el tardo franquismo y en los inicios del Juan
carlismo. Se insistió muchísimo por aquellos tiempos en los pactos, el consenso
y demás hierbas. Esa es la historia de la transición que nos han vendido y la
quieren reeditar ahora. Olvidan que pactos y consensos se hicieron entre
cúpulas, politicastros, enchufados del régimen, financieros metidos a
componedores y un Psoe mamporrero de la socialdemocracia alemana. Sin olvidar,
por supuesto, el desarme ideológico del PCE.
Ahora la situación es distinta.
Antes nos conformábamos con la llegada de la democracia, que cesaran las
torturas y las detenciones, la represión generalizada. El pretexto de la
llegada de la futura democracia anuló voluntades que pedían ir más allá. Construir otro tipo de democracia, de sociedad… Se incluyeron
algunos artículos en la constitución que favorecían a la gente común (derecho a
vivienda, trabajo, etc.) pero el desarrollo feroz del neoliberalismo ha ido
cercenando esos artículos, rematados por el nefasto pacto PP/PSOE con el
artículo 135.
Y es distinta porque la gente
está harta de mentiras y corrupciones. La gente se ha levantado, ha decidido
votar por alternativas que rechazan los pactos y componendas entre finanzas,
corona y políticos. El avance prodigioso de IU y el estallido de PODEMOS
significa no solo que el bipartidismo está en cuestión sino que una gran parte
de la población rechaza el actual sistema en que vivimos. Y eso les da miedo a
los del poder. Por eso se han apresurado a inventar una nueva transición
después de la cual las cosas serán mejores, dicen. Mentira como fue la otra. La
anterior transición nos trajo los Pactos de la Moncloa que redujeron salarios y
nivel de vida, desmovilizaron a la clase trabajadora. El objetivo de la
anunciada, llamémosla nueva transición, regeneración de la clase política,
cambio de nombres, o como quieran es lo mismo. Desmovilizar a la población que
está pidiendo, con el grito en las calles y el voto en las urnas, que se vayan
estos mangantes.
Parar esta doble movilización
exige crear un ambiente de miedo ante la incertidumbre en la población. Se nos
vende la monarquía como signo de estabilidad y seguridad ante el futuro y se
agita el fantasma de PODEMOS ante la clase media, la pequeña burguesía, como la
llegada del caos. Las acusaciones de
filo terroristas, bolivarianos, populistas y demás lindezas que sueltan
tertulianos y consejeros de empresa no tienen otro fin que ir levantando la ola
del miedo para que nos quedemos en el sofá sin cuestionar el sistema que nos
deja sin casa, sin trabajo, sin educación, sanidad… Quieren que aceptemos los
males inevitables de la Troika no sea que venga el caos con PODEMOS e IU en el
poder.
Las encuestas triunfalistas para
PODEMOS tienen dos caras, una agitar el fantasma del miedo ante la población.
Otra conseguir que los activistas de PODEMOS se duerman en los laureles, que
crean que el trabajo ya está hecho. Que se acerquen arribistas y buscadores de
echadero que dinamiten el proyecto desde dentro. Por eso se impone cautela al
leerlas. No creamos todo lo que dicen. No solo fueron hechas antes de la
abdicación sino que olvidan que Sí Se
Puede y Nueva Canarias no se presentaban a las europeas. En un escenario de
generales o locales en el que estas dos fuerzas se presentan es normal que
algunos de sus electores que votaron PODEMOS
vuelvan a su formación inicial. Lo mismo puede pasar en otras zonas de
España, con la CUP, por ejemplo.
Nos queda mucho por delante si
queremos que la casta política financiera que mangonea este país se vaya. Si
queremos que la corrupción sea castigada. Si queremos otro modelo energético,
económico, donde la gente esté antes que el dinero. Queremos otra democracia,
otro poder… para conseguir tendremos que perseverar en la lucha, conscientes de
que ahora somos los malos de la política. Depende de nosotros mismos, de la
gente normal y corriente, el que logremos que las nuevas formas de hacer
política que abandera PODEMOS, triunfen para conseguir otra sociedad para
nuestros hijos. Por ello no debemos caer en la trampa complaciente de las
encuestas ni en la del miedo. PODEMOS hacerlo y lo haremos.
Javier Doreste es miembro del Círculo Podemos Gran Canaria Norte