“NI CORAZÓN NI VERGÜENZA”
Por José Ramón Morales Caballero
Yo
creo que está perdiendo el mísero respeto político del que disponía en su Gran
Canaria natal. No es lo mismo el cariño que le regala o presta (no sé muy bien)
Repsol que el cariño de una esposa, de una hija o de una madre. A PPSoria no es que le crezcan las enaguas
o los enanos, es que ya no le mola ni a Rajoy que lo escogió. No es que su
política (por llamarla de alguna forma), su función pública, le desacredite
saliendo y entrando de pantano en pantano de la mano de consejos de
administración y banqueros, no. Es que llueve sobre mojado y... vuelve a
llover. Es que es el responsable o el irresponsable que enciende todo tipo de
alarmas cada vez que abre el boquín, para deleite de los comentaristas de los
medios que parecen escribidores de la página de sucesos en vez de analistas u
opinadores de la actividad política cotidiana.
Hay
que reconocerle que, aunque sea involuntariamente -además de por pocas luces y
peor asesoramiento-, consigue que se unan, por ejemplo, decenas de miles de
majoreros y conejeros de diferentes estratos socioeconómicos (trabajadores,
estudiantes, empresarios y políticos) en las manifestaciones más numerosas que
nunca se habían visto antes, bajo el amparo de la mayoría de las instituciones
y administraciones isleñas y con un apoyo muy amplio y significativo del resto
de las islas. Ha montado un caos energético que arranca en los grandes temas
(hidrocarburos, redes de distribución, empresas, renovables, …) y llega hasta
lo más sencillo pegado a los escuálidos bolsillos de la plebe: los recibos de
la luz, precio del combustible de los vehículos, del gas doméstico, etc...
No se
sienta a hablar con las organizaciones ciudadanas ni con los especialistas en
estos asuntos. Se sienta un día si y otro también con los consejos de
administración de empresas, con los bancos y algún jeque árabe que pasaba por
allí con el rey o sin él. Algo tiene en común con el resto de los ministerios.
El desprecio innoble y perverso hacia la gente, hacia las trabajadoras y los
trabajadores, los estudiantes y las personas mayores, los dependientes y la
infancia desprotegida, los migrantes subsaharianos y las mujeres en general, en
definitiva, hacia la mayoría de la población.
Ese
maltrato que nos procura y nos ha procurado, tanto él como un bipartidismo
corrupto (PP-PSOE), se basa en algo verdaderamente devastador: el más absoluto
desprecio y desinterés por el futuro próximo, el que ya está a la vuelta de la
esquina. Como dice una buena amiga: ¿es que no tienen hijos y nietos?, ¿es que
creen que van a vivir para siempre y van a poder gastar los millones que
acumulan metiendo, muchos de ellos, la mano en la saca?, ¿es erótica del poder
o pura corrupción económica personal y de sus grandes partidos? Ella misma se
responde, “chacho, ¿sabes lo que pasa?, lo que pasa es que no tienen ni corazón
ni vergüenza, son unos mangantes tal como dice Pablo Iglesias”.
José
Ramón Morales es miembro de Ben Magec y de Podemos.
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