Seis años descubriendo lo que tu país te escondía. Elio Quiroga.
Sorprendentemente, el Canal 24h de TVE estaba
retransmitiendo en directo esta mañana (20 de agosto de 2014), una rueda de
prensa de Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Víctimas del accidente del
JK5022. Digo “sorprendentemente”, porque en la TVE que ha dejado de ser un
servicio público por la ceguera del gobierno actual, alguien pensó posiblemente
que como aquello ocurrió durante un gobierno del “otro partido”, seguramente
estaría bien dar cancha al asunto para seguir la pelea bipartidista con la que
nos entretienen. El problema es que de repente las siglas MAPFRE han salido en
la rueda de prensa, rápidamente el canal ha suspendido la retransmisión, y a
otra cosa mariposa. Alguien habrá llamado a TVE. Alguien gordo, seguramente.
Con TVE es todo tan claro y tan triste que ya no hace falta leer entre líneas.
En agosto de 2008 un avión de la línea aérea Spanair se
estrellaba en el aeropuerto de Barajas. Murieron 154 personas y 18 resultaron
heridas. Muchos de los fallecidos eran grancanarios o tenían vínculos con la
isla, por lo que a todos los isleños nos dejó muy marcados aquel
accidente.
Desde entonces, y han pasado ya seis años, la asociación que
preside Pilar Vera. y que tuvo que fundar al ver que nadie velaba por sus
derechos, lleva luchando, no sólo por recibir una indemnización mínimamente
decente que MAPFRE les niega, sino por cambiar lo que desveló el accidente: el
desastre vergonzoso que es la legislación, la organización oficial de las
comisiones de accidentes, y todo el teatrillo que rodea a las tragedias de
esa magnitud (la más reciente de RENFE prueba que todo sigue igual).
La lucha solitaria y solidaria de esta asociación, contra
viento y marea, está cambiando las cosas, pero la situación que había antes, y
que desgraciadamente persiste, es tercermundista, vergonzosa y repulsiva. Las
comisiones que deben de ocuparse de estos accidentes, enormemente técnicos,
están formadas por gente sin la menor formación, colocadas ahí porque es
obligatorio por normativa internacional, pero para que no hagan nada, ya que el
destino final de la gran comedia que se representa no es el de proteger a la
ciudadanía, socorrer a las víctimas o procurar que no se vuelva a repetir el
suceso buscando las causas de los accidentes sino que, como todo en este país
de castas, lo que se busca es tapar la porquería, que los culpables escapen y
que no pase nada, como siempre. Vera y sus asociados han tenido que luchar
contra abogados corrompidos, contra su propio gobierno y han tenido que pedir
ayuda en Europa para que su propio país les trate como a personas.
Es atroz ver cómo una aseguradora miserable como MAPFRE está
regateando desde hace años con las indemnizaciones que por ley corresponden a
los afectados igualándoles con accidentados en un suceso de tráfico, cuando hay
una póliza de 1.500 millones de dólares provista (pero claro, pagar lo que
debes afecta a la cuenta de resultados). Es doloroso ver cómo ciudadanos que se
convierten en víctimas sin comerlo ni beberlo se vuelven incómodos cuando
averiguan que en las comisiones para aclarar accidentes aéreos no hay nadie con
la mínima capacitación, o cuando las víctimas tienen que asociarse para luchar
por cambiar la legislación de su propio país, con todo en contra:
instituciones, ministerios, grupos de presión, empresas… Darte cuenta que no
hay nadie al otro lado es terrible; sólo unos politicastros mediocres cagados
de miedo y unos bastardos que se ocultan tras consejos de administración
privados y que en cuanto surgen problemas corren como ratas.
¿En qué momento España se convirtió en este agujero
desalmado en el que un puñado de cobardes incapaces de asumir sus propias responsabilidades,
siquiera de pedir perdón, dominan y corrompen sistemas que deberían de estar
diseñados para mejorar la vida de las personas? ¿Cómo puede sobrevivir un país
en el que todo se tapa sistemáticamente? ¿Cómo es posible que ciudadanos
inocentes tengan que acabar solicitando amparo al Tribunal de Estrasburgo para
pedir respeto a sus derechos más elementales que en este país les son negados
sistemáticamente? ¿Cómo es posible que las víctimas de un accidente aéreo
lleven seis años de calvario para poder cobrar sus indemnizaciones? ¿Cómo
toleramos toda esta vileza? ¿Qué mierda de país estamos fabricando? ¿O es que
España al final es un estado fallido y nadie se atreve a decirlo?
Las víctimas del JK5022 han descubierto a lo largo de seis
años lo que es su país, lo que les esconde, lo que no quiere mostrarles: su fea
y verdadera cara creada durante décadas de corruptelas clientelares, de
legislación parchada y de juegos florales inútiles creados sólo de cara a
la galería. A poco que rasques, la capa de país desarrollado desaparece y la
vieja y rancia España caciquil, negra y cobarde, asoma su verdadera cara.
Ya está bien de ahogarnos en la porquería generada por una
suma de incompetencia y pura corrupción. Hay que cambiar este país de arriba
abajo. Y las iniciativas de la sociedad civil, como la Asociación de Víctimas
del JK5022, son la punta de lanza de un movimiento ciudadano que está diciendo:
¡Basta ya! Sólo me cabe declararles mi admiración por su valentía y enviarles
todos mis ánimos.
Pd: Para mostrar el estado actual de cosas, Vera cuenta en
la rueda de prensa una anécdota. El Ministerio les prometió incluir en la
Comisión de Accidentes Aéreos 3 personas: un piloto, un controlador aéreo y un
ingeniero aeronáutico (¡no los había!). Por “los recortes”, al final se
añadió una persona, un ingeniero aeronáutico, que a su vez era controlador y
piloto. Estupendo. Pues duró cinco meses. Las presiones le
hicieron dimitir. Así están las cosas. En el Ministerio se encogen de
hombros: ellos cumplieron, más o menos, lo prometido ¿O no? ¿En serio este es
el país de mierda en el que queréis vivir.
Elio Quiroga (miembro del Círculo PODEMOS Gran Canaria).
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